Turísmo: "El tuísmo negro."

Refugio de Anne Frank. Museo de Anne Frank en Ámsterdam.

Se nos presentan tantas formar de realizar nuestros viajes, y con ello hacer turismo como personas existimos en la tierra, sin embargo, al igual que las personas nos agrupamos en colectividades, con diferentes rasgos en común,  así también lo que conocemos como tipologías de turismo agrupan una serié de destinos con rasgos en común.

            En el caso que nos ocupa,  es tal vez, una de las tipologías de más nueva aparición, no porque sea un fenómeno nuevo, sino porque en nuestra labor teórica no habíamos acuñado un término para dicha categoría hasta hace poco, tal vez 10 o 11 años. Concretamente el termino de turismo negro fue acuñado en el 1996 por Seaton. Y no se ha comenzado a tener realmente en cuenta hasta hace (deduzco por las fechas de los recursos encontrados) 5 o tal vez 6 años.

Simplificando el fenómeno mucho, cosa que viene bien para poder empezar a entender cualquier cosa,  nos encontramos con unos viajeros cuyo objetivo no es otro que satisfacer su necesidad morbosa.  Es decir, que viaja a lugares donde han sucedido o se recuerdan, desgracias, accidentes , desastres y muertes. Dicho así podría parecernos algo repulsivo, pero no es algo nuevo en el ser humano, ni una moda de algunos perturbados, no, se trata de algo que ha existido siempre, es simplemente el nombre que recibe un tipo de turismo que explota una de las muchas necesidades humanas, una necesidad que tenemos  todos, en mayor o menor medida, la necesidad del morbo, y si a la necesidad de sentir adrenalina , le llamamos turismo de aventura, a este le llamamos turismo negro.

Desde  los coliseos Romanos o las ejecuciones públicas de la inquisición, el ser humano se ha interesado por este tipo de acercamiento a la muerte, por presenciar, desde la barrera, el lado más macabro de la vida. No es necesario ser muy listo para darse cuenta que la naturaleza humana es así, solo con viajar en un autobús, y que suceda un accidente al lado, podremos comprobar como todo el pasaje gira la cabeza para ver lo sucedido.  Algo que la gran lógica del mercado ha sabido apreciar y, como no podía ser de otra manera, explotar, y desde sus inicios, pues Thomas Cook, ya organizaba viajes para curiosos  a los campos donde se libro la guerra civil americana.

            Como en las demás categorías de turismo, en el turismo negro, nos encontramos en que no es una tipología uniforme, sino que se podría hacer clasificaciones, de los diferentes tipos de turismo negro que existen. Diferentes autores, proponen sus respectivos modelos para realizar la clasificación, algunos  proponen la intensidad como el referente;  con una paleta que va de menos a más oscuro, siendo los colores más claros lugares con un ambiente más irreal, lúdico y con un carácter comercial, y los más oscuros aquellos con un ambiente más real, histórico y con un carácter conmemorativo : 

             Si bien es cierto, este modelo, define muy bien ante qué tipo de recurso nos encontramos y que podemos esperar de él, es poco ágil en lo que refiere a clasificar o realizar un trabajo teórico con él. Por ello los modelos que más éxito tienen entre los teóricos, son los que clasifican los lugares por su procedencia. Lo más habitual es la clasificación en siete grupos, los nombre de los grupos varían respecto al autor, aunque en grandes rasgos son similares:

            Esta clasificación, podría extenderse o acortarse, no aclara gran cosa de los lugares en sí, pero si que nos especifica más claramente que vamos a encontrar en dicho lugar.

            Otra forma de clasificar estos lugares  es por las motivaciones que mueven a un turista a visitarlos, si bien , en un principio hemos mencionado el morbo como combustible para estos viajes, eso sería demasiado superficial. Las motivaciones que llevan al viajero a visitar estos lugares también varían dependiendo del autor consultado,  aunque las más frecuentes són las siguientes:

            Estas son las motivaciones más repetidas, pero con total seguridad no las únicas, y además no podemos hablar solo de motivación en singular, sino que deberíamos hacerlo en plural. Además de estas motivaciones,  hay también muchas personas, que simplemente son aficionados a la historia y les gusta ir allí donde sucedieron las cosas.

            Referente a las motivaciones , es imprescindible remarcar el papel que la cultura contemporánea, el cine, Internet, YouTube, etc. tiene en estos sitios. Los medios de comunicación visual con los que ahora estamos tan familiarizados y son  tan importantes en nuestras vidas, también estimulan la visita y el interés en un sitio, por ejemplo:  si se trata de una nueva película sobre los Jemeres rojos aprovechará la visita a Camboya y los sitios de Phnom Penh, Choeung Ek y S-21. O si se trata de una película centrada en el pasado más oscuro de Alemania, puede desencadenar también una visita a los campos de exterminio.

            Esto nos lleva a nuestra última consideración en este breve acercamiento al turismo negro, su industria. La cual está en auge, porque la gente tiende a estar interesado en sitios más originales o "auténticos". Los turistas les gusta ver los lugares donde sucedió algo, esto da un plus a la visita.

Entrada a Tuol Sleng. Birmania

            Así que tomando el ejemplo de Camboya, vemos que mucha gente hasta hace poco estaban visitando casi exclusivamente los templos de Angkor Wat, y es muy interesante ver cómo los campos de la muerte y la prisión S-21 en Phnom Penh, se han convertido en los principales sitios de turismo. Ahora la gente gasta su tiempo en Phnom Penh, cosa que no solía hacer, y que el gobierno camboyano y la industria turística de Camboya, han decidido definitivamente usar la publicidad de los sitios de tortura, de asesinatos, para atraer a más turistas, ofreciéndoles así un plus más a los turistas que de otra manera sólo sería ir a visitar la belleza de la arquitectura Jemer.

             En conclusión, nos encontramos ante un fenómeno, de la propia naturaleza humana,  difícil de categorizar debido a su amplio abanico de posibilidades y su gran fragmentación, ante un fenómeno que atiende a una gran variedad de intereses y razones,  un fenómeno, en definitiva, que surge como una necesidad morbosa y termina construyendo grandes relatos, que sobrepasan los límites del arte, del paisaje, de la técnica, ... y colocan al viajero en el lugar que desea estar, a pocos centímetros  al otro lado de la barrera de lo que sucedió.

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